Tan musical como siempre, las pocas neuronas que aún quedan en mi cabeza, se dedican a rebuscar en el baúl de los recuerdos de los que tienen más experiencia que yo...
Retrospectivamente en el pasado me encuentro, buscando entre lo nuevo algún legado de lo antiguo. Mis paranoias musicales se adentran en las fotos en blanco y negro, mirando de reojo las fotos digitales de gente que acaba de publicar sus nuevos trabajos.
Y entre todas mis paranoias encontramos a la arrogante, pretenciosa y provocadora "Walk on a wild side" de Lou Reed, que llegó a mi por casualidad de la mano de Hedwig y el autobús.
Me gusta su aire orgulloso... pícaro y prepotente.
Junto a Lou Reed, me acompaña una maravillosa canción de la banda sonora de "In the mood for love" (película que si no han visto, ya pueden ir buscando), que llena mis oídos de melancolía y calles solitarias y oscuras... un cielo en forma de canción.
Y para saciar mis ansias por ser la primera en escuchar algo, tengo en mis manos (o más bien, sonando en mi timpano y demás) el último disco de Emiliana Torrini, que deberé analizar con detenida atención. Acústico, tranquilo... un poco "a lo merman" pero con un toque distinto. Nada parecido a "Love in the time of science" y ni rastro de la Emiliana de "gollum song" o la Emiliana que le graba una canción a Kylie Minogue. Si bien cabe recalcar que alguna canción baja un poco el listón de un disco bueno... cierta canción (en concreto "Honeymoon child") me recuerda a "Give it away for peneys" de Edison Woods. Lo cual no quiere insinuar nada, ni decir que es mejor o peor...
Un disco para disfrutar de la música sencilla y bonita.
Muy Emiliana.